craquelure_caro_mikalef_01_A.png

Craquelure

 

Craquelure
por Carolina Mikalef

 
 
 
 
 

EL
ni bien llego me siento en el sillón y empezás a hablarme de “craquelure”. Sabía vagamente de qué se trataba. Estoy sentado en tu sillón de gamuza marrón oyéndote decir que existe un craquelure flamenco, uno italiano y uno francés. Hablás rápido y contenta, me mostrás imágenes, con la típica
excitación de un tema que te apasiona, la geometría a la que te referís, te ilumina los ojos. 

Te veo ahora con una brochita pequeña, hacés pinceladas rápidas sobre un papel muy grueso. No me aburro porque hay demasiado input alrededor, música, colores, esmaltes, papeles, lienzos, pinceles, la computadora y comidas. Todavía interpreto, no me aburro, sigo oyéndote. Agregás – este craquelure lo hicieron siglos y siglos - y señalás los retratos. Este lo hago yo en dos segundos con esta brochita, levantás tu mano a la luz, me mostrás una brochita con esmalte de uñas dorado en la punta y te reís. 

Me contás que “craquelure”, el aspecto geométrico, apareció después. –¿Después de qué? –te pregunto. –Al principio me absorbió que era el paso del tiempo el que lo había creado, vengo leyendo unos conceptos acerca del tiempo que me causan gracia, holokinesis -seguís contándome y volvés a reirte mucho, – en holokinesis el tiempo se vuelve “irrelevante”, ajeno a la conciencia. La forma más simple en la que pude captar algo del concepto fue cuando dan el ejemplo de estar “pasándola tan bien que el tiempo se vuela”, ese es un tiempo irrelevante, uno ajeno a la conciencia. Me quedo callado mientras se me vienen a la cabeza algunas escenas donde me encontré diciendo a alguien que no podía creer la hora que era y cómo se había pasado el tiempo, todas ellas escenas de mucho goce, recuerdo.

Agregás, –el craquelure es como el sonido de los discos de pasta, el tiempo quiere manifestarse. Volvés a reirte y sé que pensás que hay algo de cicatriz en craquelure. Hay algo pedagógico -decís-, dependiendo a lo que uno se exponga, uno craqueleará italiano, francés o flamenco. 

 
 
 
 
 

editado por Ignacio Iasparra