Encontrar el Caudal.
Caudal comienza a gestarse en el 2014. Por entonces es el deseo, de un grupo de amigos, de canalizar y plasmar aquello novedoso que el sólo hecho de compartir experiencias produce. Captar lo que pasaba a través del grupo, para guardarlo. Empezamos a hacer unos pequeños viajes para dar lugar a esos encuentros; poder hacer lo que conocíamos, recurriendo a la memoria o a lo que quisiéramos contar, y a la vez estando permeables a lo que pasaba por el grupo. Caudal iba a ser como nuestro diario, como un libro de viaje.
Viajamos junto a otras personas, algunas con las que ya nos conocíamos por haber trabajado previamente, y otras con las que no. Fotógrafos, estilistas, modelos, amigos. Íbamos a buscar esas imágenes únicas de cada encuentro, pero esta vez con un equipo de trabajo (lo que era un grupo, ahora, aún más grande). En el proceso, entre los viajes, con lo que traíamos, nos vimos con un material que nos llevaría tres años decodificar. Terminamos completándolo con colaboradores externos. De alguna forma ellos podían seguir argumentando todo lo que nos sería imposible contar solos.
Pasamos por diferentes formatos y temporalidades para poner a punto cada nota, y para poder ser abiertos e inclusivos llegamos a, sin perder de vista los proyectos construidos de forma analógica, abrazar lo digital.
Caudal apuesta a ser un medio de comunicación que esté cercano. Buscamos encauzar voces que sienten y piensan, y que están comprometidas con sus propias búsquedas, sean estas individuales o colectivas. Caudal no es una propuesta ni delimitada ni delimitante, sino que queremos posibilitar, y ser, en todo caso, la constante búsqueda de una línea sobre la que girarían algunas cuestiones humanas. El sentirse y pensarse a sí mismo, a los otros, a los encuentros, y también a los desencuentros. Lo que nos pasa por habitar, a la vez que observamos, el mundo. Sólo que esta vez el diario, el libro, se abre.
Equipo editorial.
Caudal